Dvina es un pequeño misterio. Llego por sus propios medios a la edad de 7 años a un convento, sola y apenas pudiendo hablar. Las sacerdotisas la cuidaron y educaron, y Dvina mostró tener una gran inteligencia, capacidad para el trabajo, y confianza en sí misma. A pesar de ser la única niña Zuli en el convento, fue ella quien fue sugerida para ir a trabajar a la Mansion de los Adima cuando necesitaron a alguien confiable. Ha logrado subir de los trabajos más básicos a servicio dentro de la casa y cerca de la familia, y ni la nobleza de los Adima, la adorabilidad de Arbelio, o el terror que impone la abuela, han logrado que esta niña deje de hacer sus deberes como debe de ser.