Imilde se encuentra en un punto complicado, como madre de dos hijos pequeños y todo lo que eso conlleva, y lidiando con los problemas de ser la esposa de un conde, sin ser ella misma parte de la nobleza. En particular tiene problemas con su suegra, la Viuda de Conde Eorvinda, pero también encuentra aliados en los lugares menos esperados, como con la bisabuela de la prometida de Astor, y hasta con la mucama Dvina. Imilde está encontrando que tiene la fuerza e inteligencia para sobrevivir y hasta brillar en el mundo de la nobleza y la política, y mejor aún, de ser una excelente madre.