Un día de agosto del 2002, en un Sanborns de la ciudad de México, escribía una historia que alguien más me había encargado. Fue entonces cuando el personaje de Astor apareció por ahí, como un extra, y poco a poco el universo alrededor de él, fue cobrando vida. Me sentí tan lleno de inspiración y tan fascinado con lo que surgía en el papel, que no pude parar, la curiosidad me mataba, sentía como si me estuvieran contando una historia, lejos de estarla escribiendo.
Seis meses después, me encontré terminando una historia que jamás imagine escribir, pero que me apasionaba por completo, este fue el nacimiento de Niebla. Desde entonces y hasta su publicación en la red en mayo del 2012, me prepare en todos los sentidos pertinentes, para poder hacer el mejor trabajo posible. Y pese a cualquier opinión contraria, estoy convencido que Niebla nació justo en el momento artístico y personal, que debió haber nacido.
La historia ya está terminada, y no es una historia corta; este volumen que sostienes en tus manos es el primero de 15 libros (aproximadamente). Con Niebla no existe el riesgo de que quede inconclusa por que algún editor decidió que no era rentable, ya que siempre tendremos el internet para leerla; he marcado como mi misión personal, terminar esta historia. (A menos que las maquinas se revelen, o el internet muera, pero quiero creer que eso es algo improbable)
Debo mencionar el papel tan importante en la creación y el nacimiento no solo de Niebla, sino de Editorial Corteza, a mi mujer Carolina, de no ser por ella, Niebla seguiría aun en proceso y Corteza Editorial, en un sueño.
Hacer Niebla ha sido de las mejores experiencias que he tenido en mi vida creativa. Y espero que lo hayas disfrutado tanto leyéndola, como yo creándola. Muchas gracias por leerlo, y muchas más gracias por comprarlo. Y si te gustó, por favor, recomiéndalo, que es así como un artista logra su más grande aspiración: Alcanzar más mentes y poder conectar con ellas.
¡Felices aventuras!
—Ramón Espinoza